La educación del cachorro
A partir del momento en que se inicia la convivencia, el chow chow tiene que saber el lugar que le ha sigo asignado en el seno de la familia, en relación con las otras personas del entorno y con los otros animales en caso de haberlos.
Cuando el cachorro se haya acostumbrado al nuevo ambiente, empezaremos a indicarle debidamente las limitaciones. Todos los animales poseen determinados comportamientos de tipo hereditario, pero el entorno también influye en la formación de su carácter.
Darle una completa libertad no es seguramente la mejor manera de impartir la educación necesaria e indispensable.
El chow chow cuenta con nosotros para saberlo que puede hacer y lo que no.
No lo decepcionemos y no le pongamos ante decisiones que nunca podrá tomar. La ausencia de barreras educativas y la inexistencia de un jefe lleva al animal a una peligrosa espiral de situaciones conflictivas. El cachorro necesita una persona que lo sepa dirigir y educar, y que se convertirá en su “jefe de la manda”. en su compañía el chow chow se sentirá seguro en cualquier parte y en cualquier situación, y aceptara de buen grado su estado de sumisión.
Una orden muy importante es el “NO”, que debe de ser pronunciado en tono seco para detener inmediatamente toda acción indeseada.
De nada sirve gritar o reprender, porque aunque el perro comprenda las diversas entonaciones, nunca entenderá nuestros chillidos.
El chow chow es muy susceptible, y si tiene que ser castigado se hará con el método apropiado.
La coherencia es uno de los principios fundamentales de la educación. Por lo tanto, no le prohibamos hoy, quizá porque estamos de mal humor, lo que ayer le habíamos permitido.
Nuestro chow chow esta condicionado por nuestros gestos y por nuestras palabras, que para el son señales positivas o negativas, según los casos. En respuesta a una acción favorable, le felicitaremos utilizando un tono amable y acariciándolo; en el caso contrario emplearemos todo firme.
Si la desobediencia es grave se le puede llamar a la orden asiéndolo por el cogote, sin hacerle daño, tal como haría su madre. Pero no hay que pegarle nunca, porque el chow chow aprenderá rápidamente lo que se espera de el. Es importante que nuestro rechazo se produzca en el momento oportuno. Si se le regaña diez minutos después de haber cometido la falta el cachorro no podría entender nunca nuestro enfado.
La educación del cachorro tiene que prolongarse también a la edad adulta, y si el animal ha sido bien educado, seremos los felices dueños de un chow chow feliz.
Puntos importantes a tener en cuenta:
- El chow chow es un perro sensible y con una personalidad fuerte, que requiere firmeza y coherencia, aunque tambien cariño y respeto.
- Es indispensable empezar a educarlo cuando es un cachorro.
- No jugaremos nunca con el dejándonos morder, puesto que podría asimilar el concepto de que hacer esto es normal.
- Si creemos que merece ser reprendido, lo haremos inmediatamente después de haber cometido la falta; un castigo infligido con excesivo retraso solo serviría para desorientarlo y para provocarle un estado de ansiedad.
- Un chow chow mal educado puede ser peligroso tanto para el mismo como para los demas.