El chow chow anciano
Atenciones y Cuidados
No son pocos los que creen que el chow chow, al llegar a los doce o a los quince meses, ya ha llegado a la edad adulta. Y sin embargo no es así, puesto que madura lentamente y no alcanza el desarrollo físico y mental completo hasta los tres o cuatro años. Muchos chow chow llegan a los trece años, o incluso a los quince, con una salud perfecta. La vista y el oído del perro veterano no serán lógicamente, los de su juventud. Algún achaque influirá en su comportamiento, que seguramente no sera tan activo como en la juventud./ Si ha recibido un buen trato durante el crecimiento y en la madurez, el chow chow nos dará todavía muchas satisfacciones.
A diferencia de otras razas, el pelo no se vuelve canoso y se mantiene denso y espeso.
La obesidad y la pereza intestinal podrían causar problemas. Por esta razón es aconsejable obligarle a moverse, sacandole a pasear cada día, pero sin cubrir distancias demasiado largas, para que no se canse excesivamente. Le suministraremos dos comidas al dia no demasiado ricas en proteínas.
Habra que tener paciencia si al llevarlo de la correa ya no camina a nuestro lado porque, al igual que la mayor parte de perros ancianos, es posible que sufra artrosis.
No dejaremos que duerma en lugares fríos y húmedos, procuraremos que pueda descansar sin ser molestado. Aparte de los cuidados habituales, habrá que animarlo a menudo, demostrándole con nuestra conducta y con el tiempo que le dedicamos todo el amor que sentimos por el y la importancia que todavía tiene para nosotros, igual que cuando era joven o quizá mas.
Y si por desgracia nos vemos obligados a tomar la dura y triste decisión de poner fin a sufrimientos inutiles e insoportables, estaremos con el, a su lado, y así tranquilizado por una palabra dulce y una ultima caricia de quien le quiere, el paso al sueño eterno sera mas fácil. el no se dará cuenta, pero nosotros sabremos que no le podremos olvidar nunca.
Difícilmente alguien que haya tenido un chow chow podrá prescindir de la compañía de un amigo tan querido./ Entonces, no digamos que no tendremos ningún otro chow chow.
Cuando con el nuevo cachorro vayamos a los mismos sitios, hagamos los mismos paseos, y detrás nuestro oigamos el paso ligero del chow chow, sera como si estuviéramos nuevamente con nuestro viejo amigo, que fue el primero en enseñarnos a amar apasionadamente esta estupenda raza.