Emergencias
Shock
Se produce un estado de shock cuando:
- Existe una grave descompensación cardiocircularotia.
- Hay vasodilatación periférica.
- Hay acumulación de sustancias toxicas en los tejidos.
Causas:
Fuertes traumatismos; hemorragias; reacciones anafilácticas; patologías cardiacas y neurológicas; toxicosis y deshidratación; descargas eléctricas.
Síntomas:
Mucosas pálidas; gran abatimiento; disminución de la temperatura corporal y temblores musculares; pulso débil y acelerado; respiración superficial; perdida de heces y de orina; vomito; colapso.
Cómo intervenir:
Se coloca al perro en un lugar caliente; inmediatamente se consulta al veterinario para la administración de infusiones o transfusiones de plasma, suministro de fármacos antishock, calmantes, analépticos, oxigeno. El perro debe mantenerse bajo un estrecho control durante algunos días para asegurarse de su total recuperación.
Intoxicaciones
Pueden ser accidentales o intencionadas.
Si se descubre que el perro ha ingerido sustancias toxicas se le puede provocar vomito suministrándole medio vaso de agua con una cucharada sopera disuelta de sal o estimulando el paladar y la parte posterior de la garganta. Estas maniobras deberán evitarse si el perro ha ingerido acido o álcalis fuertes, u objetos que pudieran lesionarle.
Para evitar los envenenamientos intencionados hay que enseñar al perro a rechazar la comida que le ofrezcan extraños y los restos de comida abandonados. Para evitar los accidentes basta actuar con sentido común.
Picaduras de insectos
A menudo los perros sufren picaduras en la cabeza producidas por abejas, avispas, tábanos, etc. Las picaduras, aunque son dolorosas, tienen efectos leves y transitorios. Generalmente es suficiente con enfriar la zona con abundante agua y suministrar antihistamínicos por vía oral. La situación puede revestir mayor gravedad cuando el perro es picado en la parte posterior de la garganta, en su intento de comerse el insecto. En tal caso la reacción de hinchazón puede ser intensa y el riesgo de ahogo grave, por lo que habrá que consultar rápidamente al veterinario y, si ello no es posible, en casos extremos, se suministraran inyecciones antihistamínicas. En el caso de picaduras múltiples hay que acudir inmediatamente al veterinario, que poda intervenir antes de que se genere un shock anafiláctico.
Mordedura de víbora
El hocico es la parte más expuesta y que generalmente resulta afectada durante el intento de captura. Si el perro está en buenas condiciones de salud puede superar el envenenamiento, que requiere en cualquier caso el tratamiento con un antídoto y la asistencia veterinaria.
Golpe de calor
Suele producirse en verano, especialmente cuando el perro se queda en el interior del automóvil con las ventanas cerradas. Para mantener la propia temperatura corporal el perro generalmente se pone en contacto con superficies frescas y sombrías. Cuando esto no es posible, el animal aumenta la ventilación pulmonar, que sin embargo en muchos casos sigue sin ser suficiente. Los síntomas más visibles son: mareo, aumento considerable de la temperatura rectal, piel caliente y seca, pulso rápido, disnea, coma, muerte. Cuando se presentan tales síntomas hay que procurar reducir la temperatura corporal y superar el estado de colapso mojando al perro con agua fría, y luego haciéndolo reposar en un lugar fresco y a la sombra. Llamar urgentemente al veterinario.
Fracturas
Las fracturas más frecuentes se producen por regla general en las extremidades, en la columna vertebral y en la mandíbula. Suelen ser consecuencia de traumatismos violentos, como el atropello por parte de un vehículo o la caída desde una cierta altura. Pueden afectar a uno o más huesos y, en los casos más graves, las partes afectadas pueden sobresalir por la herida (fractura abierta).
Los síntomas son: cojera con fuerte dolor, tumefacción, hemorragia, paresia o parálisis y, en los casos más graves, estado de shock. En tal caso hay que dejar al perro lo más tranquilo posible, dándole tiempo para recuperarse del susto y adaptarse al dolor agudo. En caso de fractura de las extremidades, se debe procurar moverlas lo menos posible y, si la intervención del veterinario no puede ser inmediata, se inmovilizara provisionalmente la parte afectada con un entablillado de madera o cartón y vendas.
Si hay heridas deben limpiarse y desinfectarse siempre, y luego protegerlas con gasas. Si el perro no es capaz de moverse, hay que tumbarlo en el suelo y transportarlo con una tela o una manta al veterinario, procurando no dañar la columna vertebral durante el transporte. Una visita veterinaria con radiografías es siempre aconsejable incluso en caso de traumatismos ligeros y de escasa sintomatología, ya que las fracturas leves, si se descuida, pueden causar anomalías permanentes.