La elección del cachorro

La elección correcta

Antes de elegir un chow chow como compañero, tendremos que asegurarnos de que el carácter de la raza se adapte a nuestra forma de ser. Hay muchas razas atractivas por su aspecto morfológico, pero al comprar un chow chow, tendremos que tomar la decisión en función de sus características psicológicas.

Como quiera que el animal se convertirá en un miembro de la familia y con un poco de suerte nos acompañara durante quince años o mas, es muy importante que la compra del cachorro se lleve a cabo después de una meditada reflexión.

Es aconsejable profundizar nuestros conocimientos, pidiendo información y consejo a criadores o a una persona que posea un chow chow.

Solo así podremos decidir si el chow chow es el tipo de compañero que deseamos tener.

Una sugerencia útil es visitar diferentes exposiciones para tener un panorama mas amplio de los ejemplares y de los distintos criadores. De este modo podremos saber cuales están especializados en la raza y el lugar donde se les puede visitar.

La siguiente cuestión sera decidir si preferimos un macho o una hembra. Debemos saber que, si bien ambos necesitan la misma dedicación, sus exigencias son diferentes. La hembra tiene dos periodos de celo al año, durante los que tiene que ser vigilada para evitar una posible gestación no deseada. Por regla general es mas afectuosa con su dueño, mas calmada y mas paciente que el macho, que tiene un sentido de la libertad mas marcado y a veces es menos efusivo.

El temperamento del chow chow se forma a las cinco o seis semanas después del nacimiento. El criador sabrá reconocer los cachorros de la camada con tendencia a dominación, a la sumisión, a la agresividad, a la obediencia o a la timidez. Su experiencia le permitirá interpretar las diferentes conductas y las aptitudes de los cachorros.

La mejor edad para la compra de un cachorro de chow chow es a los dos meses, y no antes, porque en caso contrario le faltarían los fundamentos indispensables para su sociabilidad, que solo puede aprender en el seno de su familia canina. A esta edad, el cachorro ya ha recibido las primeras vacunas, ha sido tatuado, y se le ha enseñado a no hacer sus necesidades en casa. Se mostrara suficientemente autónomo y su carácter esta mas definido.

Al momento que se nos presente el cachorro este debe de estar en perfecto estado, limpio y con un aspecto robusto. Los ojos deben de ser vivos, los dientes blancos y el cuerpo fuerte y musculoso. Comprobaremos que no presente defectos graves, como el cierre imperfecto de la dentadura, o si es macho, monoquidia o criptorquidia. Un cachorro sano esta lleno de vitalidad. Sin embargo, no habrá que descartar de buenas a primeras un cachorro que se muestre reservado. Conviene observarlo atentamente para saber si se trata realmente de timidez o simplemente de prudencia, cualidad que se incluye dentro de las características de la raza.

Si tenemos la intención de adquirir un chow chow para presentar en exposiciones, es preciso hacérselo saber al criados. El nos ayudara a realizar la elección, aunque sin darnos la garantía de que nuestro perro obtendrá muchos premios, porque un cachorro realmente bueno puede no cumplir con los requisitos exigidos si no esta educado correctamente.

El cachorro llega a la casa. ¿Estamos preparados para recibirlo?

Nuestro sueño de poseer un chow chow esta a punto de cumplirse. El gran día ha llegado, y estamos muy emocionado con la idea de que dentro de pocas horas el esperado cachorro empezara a corretear por la casa.

No debemos de pretender que se ponga a jugar inmediatamente, porque llegara cansado del viaje, y también un poco triste por haber sido separado de la madre y de los hermanos.

Evitemosle la sorpresa de ver que le están esperando muchas personas deseosas de acariciarlo. Procuremos respetar sus sentimientos, y tengamos en cuenta que al encontrarse en un lugar desconocido, necesita mucha tranquilidad y confianza.

Recomendaciones

Mientras esperamos la llegada del cachorro, podemos comprar algunos objetos necesarios, entre los cuales habrá dos platos de acero (son los mas higiénicos), un cepillo y un peine de metal. Evitaremos comprar juguetes excesivamente pequeños o piezas que pudieran desmontarse. Son preferibles los mas simples y los huesos de búfalo, que responden perfectamente a la necesidad de roer del cachorro.

hola hola.


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